En Twitter, todos somos unas ratas, pero en la calle unos somos moralmente superiores a otros.

El liberalismo vuelve a ser pecado

19/04/2005

«No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia»

Benedicto XVI, cuando todavía era Joseph Ratzinger, en una oportuna carta a los obispos americanos de julio de 2004. Fuente, aquí.

Doctores tiene la Iglesia, y yo no soy uno de ellos, porque ni siquiera soy médico. Por eso, me abstendré mucho de soltarles a ustedes una larga perorata que contenga mi opinión sobre el pontífice felizmente reinante, Benedicto XVI. Y luego también influye mucho que no la tengo (opinión quiero decir, que hay que explicarlo todo). Sin embargo, no me abstendré de recordarles a todos ustedes, y a don Fegueguico, si me lee, que el liberalismo vuelve a ser pecado, o sigue siéndolo, porque no sé si alguna vez dejó de serlo. Pueden ustedes comprobarlo leyendo en Escolar.net la homilía que el todavía Cardenal Ratzinger pronunció en la misa Pro Eligendo Papa.

Y dicho esto, pues voy a contribuir un poco a la ilustración de ustedes, y Dios me perdone si es que por mi culpa caen en el relativismo. Resulta que si a alguno de mis pacientes lectores le parece demasiado adelantado Benedicto XVI, siempre puede reorientar su «pequeña barca» hacia Montana. Y digo bien, Montana, porque han de saber que Benedicto XVI, como sus antecesores los dos Juan Pablos y los masones Pablo VI y Juan XXIII son antipapas, a juicio de la verdadera iglesia católica, que tuvo que abandonar el Vaticano cuando se hizo con su control una secta judeomasónica, a la muerte del último Papa, Pío XII. En 1998 terminaron de reorganizarse estos santos y eligieron al Papa felizmente reinante: Pío XIII. En Montana, Estados Unidos. Y es que todo es relativo.

Pueden ustedes informarse sobre esta verdadera iglesia católica aquí. Y háganlo, que merece la pena.Les recomiendo vivamente la galería de fotos. Fíjense en la foto oficial de Su Santidad. Dan ganas de mandarles un óbolo. La paginita está en inglés, pero pueden encontrar las traducciones al caltellano de algunos de los documentos de esta verdadera Iglesia Católica aquí.