La porterita es una fresca, me parece a mí…

Otra iniciativa masiva (esta de los buenos)

31/05/2005

Miren, que yo estoy a sueldo de Moscú, y esa es la razón por la que mis colegas blogeros del ala derecha, a los que de manera colectiva y cariñosa denomino la jauría, tienen a bien calificarme de liberticida en público, porque en privado me llaman otras cosas más soeces. Que no estoy a sueldo de PRISA, más quisiera yo, porque, por las noticias que tengo, paga mucho mejor que Moscú, sobre todo a los liberticidas como yo, con el odio que le tiene Polanco a la libertad. Pero no puedo evitar hacer rechifla de esto ¿saben ustedes?.

Si han consultado esta anotación, habrán comprobado que la jauría se ríe de mí por lo que ellos consideran como un escaso número de firmas recopiladas. Y vive Dios -que no vive, pero esa es otra- que al principio me acomplejé un poco y me dije a mi mismo: qué birria, qué pocas firmas, Ricardo, hombre de Dios.

Pues en estas dudas andaba yo esta mañana paseando por los blogs del ala derecha en busca de referencias losantianas al liberticidio en marcha cuando me encontré con esta petición que 1.209 mendas (y mendos) le dirigen nada menos que al señor Fiscal General de Los Estados Unidos de América, al del Reino Unido de la Gran Bretaña y al presidente de no sé qué subcomisión del Senado de los Estado Unidos para que declaren al grupo Prisa entidad que colabora con el terrorismo y le embarguen sus bienes. ¿Y la propiedad privada qué, eh?. La cosa es graciosa y deben leerla ustedes.

Pero lo que me interesa destacar es el número de firmantes que estos señores han obtenido en 13 meses: 1.209. No es que yo quiera concursar con estos patriotas en número de firmantes, sólo quiero dejar constancia escrita del asunto para que estos señores tan de derechas elijan otra cosa por la que reírse de mí, que mira que las hay y que las cuentas no les salen.

Y termino ya, agradeciendo a la camada liberal los múltiples correos que me están llegando desde ayer en los que se me saluda amablemente y se me dirigen calificativos que oscilan entre el cariñosón «fascista» y el más hosco «hijoputacabrón». No puedo contestarles a todos ustedes individualmente, ¿saben?, porque escribir con faltas de ortografía para que me puedan entender es muy cansado, pero desde aquí quiero hacerles llegar mi agradecimiento y mi reconocimiento por los servicios que estos días están prestando a España y a la libertad.

España no está sola.