A mí, el tomate frito me gusta muy dulce, por eso le pongo tres cucharadas soperas de azúcar por medio kilo de tomate.

Víctimas

09/12/2006

Pues miren ustedes, es que como don Berlin Smith parece que está sumido en una depresión blogguera que le ha provocado un estado de inactividad que más bien pronto que temprano tendrá que lamentar y por la que un día habrá de pagar un elevado precio, me permito tomar el relevo y recomendarles hoy un articulitos de El País. Creo que se lo tienen que comprar, si quieren leerlo, porque es de pago. Es de don Fernando Savater y se intitula «Víctimas«.

El artículo de don Fernando es ciertamente interesante. En primer lugar porque es una de las pocas personas a las que he oído decir que sus ideas en este terreno son «discutibles». Está bien eso, en este contexto en el cual o dices lo que quieren escuchar o, indefectiblemente, eres tachado de cómplice de los etarras o de españolista casposo dispuesto a dejar Euskal Herria reducida a polvo y arena, por mandato constitucional, con tal de mantenerla bajo el yugo (y las flechas) español.

Pero el interés verdadero del artículo de don Fernando reside en algo que no es la primera vez que dice. Manifiesta sus dudas sobre el proceso de paz, y hace bien, porque todos tenemos dudas, al margen de que lo apoyemos o no, pero cae, desde mi punto de vista en dos errores: el primero, dar por bueno que la AVT está actuando honestamente en todo este proceso, afirmando que nadie les está engañando y que actúan en función de lo que piensan y de lo que creen. Y yo no lo dudo, lo que pasa es que ambas cosas son compatibles. Nadie está engañando a la AVT, sino que son ellos los que han decidido libremente ponerse al servicio de los intereses partidistas del PP. Pero que sean sinceros, que no estén engañados, no significa que estén actuando honestamente, puesto que si bien la AVT tiene todo el derecho del mundo a mantener sus ideas políticas y a colaborar con el partido político que les parezca oportuno, no tienen derecho a hacerlo en nombre de «las víctimas», porque no son «las víctimas», sino la AVT. Y por cierto, me llama la atención que en un artículo que ocupa casi una página de El País y que se titula «Víctimas» no se hable de otras víctimas que de las de la AVT, tan cercanas políticamente a Sáez de Ynestrillas y tan lejanas a Eduado Madina, por citar sólo un ejemplo

El segundo error de don Fernando es en atribuir al Gobierno en torno al proceso de paz algo que sencillamente no ha ocurrido de momento-y acabamos de conocer la opinión del supremo sobre una de las que era grave ilegalidad en opinión del PP: las reuniones con Batasuna-, y no hay por qué pensar que va a ocurrir: la violación de la ley en nombre de intereses superiores. Y en este sentido es ciertamente patético el recurso lógico que se saca don Fernando de la manga para suponer que es probable que el gobierno ceda a la tentación de tomar algún atajo que suponga un quebranto de la legalidad: nada menos que unas declaraciones de don Santiago Carrillo, que por lo visto, en esto sí, es portavoz del Gobierno: «La paz merece que, por un momento, nos olvidemos de las leyes«. Sin duda alguna, don Santiago se equivoca: el Gobierno no puede ni debe olvidarse de las leyes, ni siquiera en nombre de los más elevados principios o valores. Y, por supuesto, ni lo ha hecho hasta ahora, ni lo va a hacer en lo futuro.

En fin, lean el artículo, porque, como todos los de Savater, tiene un importante valor: admite la réplica y por lo tanto realiza una crítica razonable que admite la posibilidad de estar equivocándose. por no decir que en muchas de las cosas que sostiene en el artículo tiene toda la razón, como la reflexión final acerca del reconocimiento que se debe hacer en Euskadi a la comunidad no nacionalista vasca, que es tan vasca como la nacionalista, incluidos los que sean nacionalistas españoles.