El problema de no mancharse las manos con sangre ajena es que alguien se las manche con la nuestra.

Aznar también es el Anticristo

05/03/2007

Sin duda alguna hay que ilegalizar al PP, entrullar y torturar a sus dirigentes, enviar sanciones administrativas de todo tipo (incluida la pérdida de los puntos del carnet de conducir) a sus militantes y mandar brigadas de la Policía de la Verdad y la Decencia con órdenes expresas abroncar severamente a sus votantes. Es una pena que no lo permita la ley, pero es lo que exigen el sentido común, la dignidad y el buen gusto. ¿Saben ustedes cuál es una de las primeras decisiones que adoptó el Gobierno de José María Aznar allá por el segundo lustro de los noventa? Ni se lo imaginan: ceder al chantaje terrorista de ETA, y además, decirlo abiertamente. Pero de verdad, no como ahora. Recordemos y traduzcamos al lenguaje liso y llano lo que hoy publica El País.

El 17 de enero de 1996 el funcionario de prisiones José Ortega Lara es secuestrado por la banda terrorista ETA, cuando aún era presidente del Gobierno Felipe González. A los pocos días, ETA reivindica el secuestro y exige el reagrupamiento de sus presos en cárceles próximas al País Vasco como condición previa para la liberación del funcionario

En mayo de 1996, José María Aznar jura su cargo como Presidente del Gobierno. Apenas un mes más tarde, en junio de 1996, el nuevo Gobierno revela que está estudiando reagrupar a unos 150 presos de ETA en cárceles del País Vasco o próximas al País Vasco. Una medida firme, valiente y decidida, sin lugar a dudas. Además de muy patriótica. El día 23 de junio, apenas unos días después del anuncio del Gobierno, y probablemente por casualidad, ETA anuncia una tregua de una semana. Sin siquiera esperar a que se compruebe si la tregua dura realmente una semana o no, el 29 de junio, don Jaime Mayor Oreja, Ministro de Interior y hombre ejemplar e inasequible al chantaje donde los haya, anuncia el reagrupamiento de 32 presos de ETA en cárceles del País Vasco o próximas al País Vasco. 13 de ellos tenían delitos de sangre y acumulaban 25 asesinatos en su haber. Firmeza, valor y de decisión. Y patriotismo, mucho patriotismo.

El 30 de junio, termina la tregua, y ETA no dice esta boca es mía sobre el funcionario de prisiones Ortega Lara, que lleva ya seis meses secuestrado. El 30 de enero de 1997, ETA asesina a Jesús Cuesta; dos días más tarde, el 10 de enero, asesina a E. Olaciregui. ¿Cuál es la valiente, firme y decidida respuesta del Gobierno? Anunciar el traslado de 5 presos a cárceles del País Vasco o próximas al País Vasco.

El 10 de febrero de 1997, ETA asesina a Domingo Puente y Rafael Martínez Emperador; el 11 de febrero, ETA asesina a Francisco Arratibel; el 17 de febrero, ETA asesina a Modesto Rico; el 11 de marzo, ETA asesina a F. J. Gómez Elósegui; el 24 de abril, ETA asesina a Luis A. Samperio; el 3 de mayo, ETA asesina a J. M. García Fernández. ¿Y cuál es la valiente, firme y decidida respuesta del Gobierno de José María Aznar? Anunciar el traslado de 6 presos a cárceles del País Vasco o próximas al País Vasco. España, siempre España y su unidad en el horizonte; la mirada clara, el verbo cristalino, la voluntad inquebrantada. Aznar, ese hombre