¿Saben ustedes si hay tirantes para tanga?

Libertad Digital acosa a los ciudadanos

10/03/2007

Libertad Digital y ciertos sectores del Partido Popular han intentado poner en marcha conmigo uno de sus acostumbrados episodios de acoso y linchamiento a los ciudadanos que no pensamos como ellos. Esta vez han pinchado en hueso. Me llamo Ricardo Royo-Villanova y Martín, soy periodista de profesión y de formación y desde hace tres años edito un blog, una bitácora, un diario político y personal que publico cada día en Internet bajo el título A Sueldo de Moscú.

Anteayer, el diario Libertad Digital sacó de contexto no ya frases, sino apenas palabras, de un artículo firmado por mí y publicado en dicho blog con el ánimo de injuriarme, insultarme y perjudicar mi buena fama, presentándome como lo que no soy, en una información que mantuvo toda la tarde en portada y que se titulaba «El director de comunicación del Ayuntamiento de Rivas aboga por `entrullar y torturar´ a los dirigentes del PP«. En ella se recortan unas pocas palabras de un artículo completo para hacer ver que dicen lo que no dicen, y se evita que los lectores se hagan una idea de lo que realmente escribí al no proporcionar un enlace a la fuente original, que es mi blog. Además, se intenta relacionar mi blog con el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid en el que trabajo y con Izquierda Unida, formación política en la que milito.

En relación a estos hechos, me gustaría realizar las siguientes manifestaciones:

1.- A Sueldo de Moscú es una página personal. A ella se accede a través de los dominios asueldodemoscu net, org y com, y royo-villanova net, org y com. Todos ellos son registrados a mi nombre, igual que el servicio que tengo contratado para alojarla. Los artículos publicados en A Sueldo de Moscú sólo revelan mis opiniones y en ningún caso las de Izquierda Unida ni las del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid.

2.- Con mayor o menor fortuna, que ese es otro asunto, A Sueldo de Moscú es un blog satírico, que se debe encuadrar en la larga tradición de periodismo satírico que tiene nuestro país. Ese es el tono de prácticamente todos y cada uno de los artículos que he publicado desde diciembre de 2004. Yo mismo soy el primer objeto de burla de A Sueldo de Moscú, como puede comprobar cualquiera que entre en la página y vea que está presidida por una foto mía en la que me chupo el dedo. A Sueldo de Moscú está presidido por la siguiente declaración de intenciones: «Con lo que ha quedado de la orgía que organizó la horda en Moscú con nuestro oro, el Presidium del Soviet Supremo de la URSS me paga un indigno fondo de reptiles para que escriba estas ponzoñosas columnas plagadas de rencor antiespañol. Aquí las tienen ustedes«. Realmente creo que es muy difícil tomar demasiado en serio nada que se escriba bajo este párrafo.

3.- El artículo por el que se me acosa se titula «Aznar también es el Anticristo«. Reproduzco completo el párrafo que tanto ha molestado: «Sin duda alguna hay que ilegalizar al PP, entrullar y torturar a sus dirigentes, enviar sanciones administrativas de todo tipo (incluida la pérdida de los puntos del carnet de conducir) a sus militantes y mandar brigadas de la Policía de la Verdad y la Decencia con órdenes expresas abroncar severamente a sus votantes. Es una pena que no lo permita la ley, pero es lo que exigen el sentido común, la dignidad y el buen gusto. ¿Saben ustedes cuál es una de las primeras decisiones que adoptó el Gobierno de José María Aznar allá por el segundo lustro de los noventa? Ni se lo imaginan: ceder al chantaje terrorista de ETA, y además, decirlo abiertamente. Pero de verdad, no como ahora. Recordemos y traduzcamos al lenguaje liso y llano lo que hoy publica El País«. Igual que decía en el párrafo anterior, es muy difícil creer que alguien que propone mandar a la Policía de la Verdad y de la Decencia a hacer cualquier cosa pueda estar hablando en serio.

4.- En cualquier caso, si realmente existiese una persona tan extremadamente ingenua que crea que el anterior párrafo está escrito en serio, le ruego que se tranquilice: no es así. No quiero torturar a nadie ni peligran sus puntos del carnet de conducir. Además, le ruego que me disculpe si se ha sentido amenazada u ofendida. No debería ser necesario, pero creo que debo aclarar que considero de todo punto reprobable encarcelar a las personas por su ideología política, así como torturarlas por cualquier razón, por poderosa que sea. Igualmente no creo que sea aceptable sancionar administrativamente a nadie por militar en un partido político, ni quitarle los puntos del carnet de conducir. Ni que decir tiene que ningún cuerpo de policía puede ser enviado a abroncar a ningún votante.

Hechas estas aclaraciones, quiero preguntarme por las razones por las cuales Libertad Digital se ha fijado en mi insignificante blog, que hasta ayer tenía apenas 1.200 visitas diarias y que desde ayer roza las 7.000. En mi opinión, Federico Jiménez Losantos ha decidido usar su poder mediático y su influencia política para intentar vengarse de mi persona -a la que ha calificado en antena dos veces en media hora de «ser despreciable», con nombre y apellidos- por los siguientes hechos:

1.- En mayo de 2005 puse en marcha una iniciativa ciudadana que fue apoyada por casi sesenta mil personas -después de expurgarla de firmas falsas- que solicitaba a la Conferencia Episcopal que obligara a Jiménez Losantos a moderar sus formas, a aceptar unas mínimas normas éticas y deontológicas o le retiraran de la dirección de uno de los principales programas informativos de la radio española. Aquel manifiesto tuvo una cierta repercusión en la blogosfera y en los medios digitales. Sobre este particular, me gustaría señalar que en medio de una fuerte polémica y mientras algunos pedían el cierre de la COPE, mi blog y yo nos desmarcamos de ello, tal y como puede leerse aquí.

2.- En octubre de 2005 presenté ante la Fiscalía General del Estado una denuncia contra Federico Jiménez Losantos por injurias a la Corona, presuntamente vertidas en un artículo firmado por el periodista en Libertad Digital, en el que acusaba al Rey y al Presidente del Gobierno de haber tramado un golpe de estado.

Y no quiero terminar sin hacer una necesariamente breve reflexión sobre la ausencia de sentido del humor que aqueja a la derecha española. Soy un gran aficionado a la novela de humor y Miguel Mihura, Enrique Jardiel Poncela y Pelham G. Wodehouse son tres excelentes humoristas y tres personas de derechas que se encuentran en mi biblioteca a poco que se curiosee en ella. Me pregunto que pensaría el autor de La Tournée de Dios si pudiera conocer este desagradable episodio.