¿Saben ustedes si hay tirantes para tanga?

Fredy Crugger le gana el pulso a Dios

26/12/2008

Hace unos años paseábamos la señora de Royo-Villanova y yo por el centro de Madrid, y entramos en la iglesia de San Francisco el Grande, recién restaurada. Serían las siete de la tarde de un sábado. Un cura viejo decía misa, y una señora no más joven que el cura, la escuchaba. Salimos de allí un poco avergozados, como si hubiésemos interrumpido algún tipo de celebración privada. Pero era una misa. La conversación, necesariamente derivó a las razones por las que las iglesias están tan poco concurridas y a sí eso es positivo o no lo es. No se sorprendan ustedes, pero a mí me pareció entonces negativo, y me lo sigue pareciendo hoy. Intuía entonces -siempre he sido avispado, y he observado con atención el mundo que me rodea- que esa huida de las iglesias no se ha debido tanto a un triunfo de la razón frente a la fe, sino al de la pereza, la ignorancia y la indolencia sobre la fe y la razón, aliadas en esta guerra.

La religión es el primer o el segundo intento de los seres humanos por entender el mundo del que forman parte, y por responder a las preguntas que se hacen, y sobre todo, por ordenarlo todo en un gran sistema que ponga límite al kaos. Las respuestas que ha dado la religión a lo largo de la historia a estas inquietudes propias del ser humano, así como las propias preguntas, sólo son posibles gracias a que el hombre es un ser racional, lo que le diferencia del resto de los animales. La religión, el pensamiento religioso es fruto de la razón y es elprimer inetento de entender el mundo. A lo largo de la historia, el hombre ha ido poniendo límite a cierto tipo de explicaciones y respuestas a sus preguntas, y han ido imponiendose otro tipo de respuestas, cuyo origen es el uso científico de la razón. El conocimiento cientifico ha ido acotando al pensamiento religioso, y hoy, quienes no somos creyentes, tendemos a identificar la religión como una simple mitología, que nos sirvió en su día para explicar el mundo, y que hoy sólo tiene valor cultural e histórico, mientras aquellos que son creyentes se esfuerzan por hacer compatible su fe con los conocimientos científicos actuales, y este esfuerzo da lugar a una inmensa gama de tipos de relaciones entre fe y razón, que abarca desde el creacionismo -por poner un ejemplo- hasta quienes identifican a Dios como un impulso, una energía impersonal que no interviene en el devenir del mundo…

Pues bien, hoy nos enteramos gracias al diario Público de que nuestros jóvenes constituyen una especie de avanzadilla del pensamento no religioso, sino pre-religioso en nuestra sociedad. Lean ustedes el reportaje y examinen la tabla adjunta con detalle, que merece la pena. Se enterarán de que nuestros jóvenes creen en la astrología (30%), en los OVNIS (28%), en el mal de ojo (27%), en la reencarnación de las almas (23%), en los fantasmas (30%), en la adivinación del futuro (20%), en la comunicación con los difuntos (24%), y en las brujas (20%). Resulta sorprendente que más jóvenes de entre 18 y 29 años creen en fantasmas (30%) que en la virginidad de Maria (26%), en la existencia de los ángeles (26%) o en la del demonio (27%), o en que Adán y Eva fueron los primeros seres humanos (20%).

Son también curiosos algnos datos obtenidos sobre las creencias de la gente que tiene estudios superiores, es decir, universitarios: Son más los que creen en los OVNIS (27%) que los que creen que Dios Creó elmundo de la nada (26%), que Adan y Eva fueron los primeros humanos (19%), en la existencia del infierno (20%), o la del Demonio (23%).

No sé a ustedes. A mí, estos datos, y otros que podrán encontrar ustedes mismos en el diario Público no me parecen positivos, ni un paso adelante, sino que vienen a confirmarme aquella intuición de la que les hablaba más arriba, a la salida de San Francisco el Grande. El abandono de las iglesias no es fruto del triunfo de la razón sobre la fe, sino del de la infolencia y del de la ignorancia sobre fe y razón juntas. La religión y la ciencia son dos intentos diferentes, y con diferente valor, significación y actualidad, por explicar el mundo. La astrología y los fantasmas son adormideras para la gente, son anestesias, son el verdadero opio del pueblo. Está bien poner coto al pensamiento religioso, pero no a cualquier precio.