Yo soy oficialista. Los críticos son ustedes, los de la dirección.

EB-B, medidas reales contra la crisis

22/01/2009

No sé si conocen ustedes el plan que ha presentado recientemente la Consejería de Vivienda del Gobierno Vasco, presidida por don Javier Madrazo, para hacer frente a la que se les puede venir encima a los vascos que pierdan su trabajo y tengan una hipoteca. Según los más pesimistas, o los más realistas, según se mire, azuzados en cualquier caso por el ministro cenizo don Pedro Solbes, vamos a llegar a un 19 por ciento de paro y sólo estamos empezando a intuir la destrucción de puestos de trabajo.

Y como España es un país de nuevos ricos en el que un periodo de bonanza algo más prolongado de lo habitual nos ha hecho creer que todo el monte es orégano, pues nos encontramos ahora con una burbuja inmobiliaria recién explotada que ha sido inflada por los especuladores ricos, pero también por los especuladores pobres que han firmado hipotecas muy por encima de sus posibilidades para comprar pisos por los que han pagado mucho más de lo que realmente valían, desde el espejismo culpable de que por algo más de lo que te cuesta un alquiler pagas una hipoteca y te conviertes en propietario. Claro, mientras las cosas han ido más o menos bien, mientras nadie se ha preguntado si las casas valían realmente lo que estábamos pagando por ellas, y lo que los bancos nos estaban prestando para comprarlas, pues la cosa ha ido marchando. Pero algún capullo se ha hecho esa pregunta, ha concluido que no, y se ha pinchado la burbuja.  Y ahora, con la destrucción de empleo, mucha gente se puede encontrar en no demasiado tiempo al borde de la exclusión social, y los bancos dejando de cobrar hipotecas de manera masiva, con las consecuencias que ello puede llegar a tener.

El Gobierno de Zapatero, hace unos meses anunció un plan que permitiría a los parados con cargas familiares e hipotecas de no más de 170.000 euros acogerse a una moratoria de dos años del cincuenta por ciento de las cuotas, y pagarlas a partir de 2011, de manera escalonada o prorrateada en un máximo de 10 años. El estado garantizaría el pago de esta mitad de la hipoteca. Esta medida, que según José Luis Rodríguez Zapatero ayudaría a 500.000 familias. Comenté esta medida cuando se anunció con una amiga del PSOE, y me sorprendió su rechazo a la misma: se oponía a que el estado se solucionase la papeleta a quienes se han hipotecado por encima de sus posibilidades para pagar sobreprecios por la vivienda. «Yo alquilé, y mis amigos que se hipotecaban y compraban pisos que se reían de mí y me llamaban paleta, ahora me miran con envidia ya que, si quiero, puedo comprar mi casa por casi la mitad de lo que me pedían hace tres años«, me dijo, y añadió: «ahora, mi alquiler ha bajado, su hipoteca ha subido y sus viviendas se han desvalorizado entorno a un 30 por ciento«.

La Consejería de Vivienda del Gobierno Vasco, presidida por don Javier Madrazo ha presentado un plan para ayudar a aquellas personas que se han quedado en paro y entrampados con sus hipotecas. No se trata de que el Gobierno Vasco les financie la cuota de la hipoteca durante los años duros, para que después las aguas vuelvan a su cauce, y todos contentos, especialmente el banco que termina cobrando el 100 por 100 de una deuda concedida imprudentemente. Se trata de que todas las partes implicadas salgan del apuro en las mejores condiciones posibles, y de que la administración se repatrimonialice, aumentando el parque de viviendas públicas. ¿Cómo?

Bien sencillo: si usted tiene una hipoteca, con un máximo de 275.000 euros, y se queda en paro, el Gobierno Vasco le compra la vivienda, por el 80 por ciento de lo que usted pagó, y le ofrece la posibilidad de seguir viviendo en su casa, pagando un alquiler público.La vivienda pasa a se de VPO en régimen de alquiler. Y por otro lado, la administración se hace cargo de la hipoteca, y negocia con el banco el pago del 80 por ciento de la misma, quedando ésta cancelada. En momentos de crisis, todo el mundo gana: el propietario de la vivienda, porque evita el riesgo de exclusión, al cancelar la hipoteca, vender la casa y seguir viviendo en ella de alquiler (aunque la operación tiene un coste para él del 20 por ciento del valor por el que compró la vivienda), el banco porque se asegura el 80 por ciento del pago de la hipoteca, sin tener que acudir a un procedimiento de embargo (con el mismo coste que el propietario, el 20 por ciento), y el estado -el gobierno Vasco, en este caso, el interés público en cualquiera- porque aumenta su patrimonio. Además, al incluir las viviendas en el régimen de VPO, que en Esukadi es irreversible, ya que la vivienda pública no se puede desproteger, según he entendido, se sacan del alcance de la especulación inmobiliaria.

Pues eso, que IU demuestra donde gobierna que no todos los partidos son iguales, y que si se quiere, se puede.