¡Ya es mañana, ya es mañana!

A los informaos

13/10/2009

Se da en este blog una circunstacia curiosa, una especie de inversión del ambiente político reinante habitualmente en todo aquel medio de comunicación -en el más amplio sentido de la expresión- en el que un propietario permite a otros que escriban, donde lo habitual suele ser que cuando al propietario se le inflaman ciertas visceras que no deben ser nombradas por un caballero español sin avergonzarse, cesa en su permisividad y empieza a aplicar la censura, sea esta grosera o sea más bien sibilina. Aquí, la cosa es al revés: cada vez qe trato ciertos temas, o mejor, cierto tema -la despreciable dictadura cubana, en concreto- se me acusa de no hablar sobre otras cosas terribles que ocurren por el mundo, y se pretende, mediante la presión de los comentaristas con conciencia de clase que siguen con aplicación las máximas que contienen los manuales actualizados de diamat e hismat, que sea yo, el propietario del negocio, el que deje de hablar de lo que le plazca, porque en Bakú murió nosequién de nosequé y no dije nada. Tambien abundan los que -habiendo aprendido bien de la cansina pedantería liberal- pretenden estar perfectamente informados de no sé qué cosas que saben ellos y nadie más, y citan de hecho fuentes incontestables que suelen ser fancines o libelos plagados de estrellas rojas y negras y hoces y martillos amarillos limón sobre fondo rojo bermellón, que confirman esas cosas que saben ellos y pocos más. Pues bien, harto ya de esa pedantería y de ese impertinente ánimo censor del que hacen gala algunos comentaristas, quiero pedir por favor a los informaos que dejen aquí constancia de lo que saben sobre Yoani Sánchez y su admirable labor, y que dejen de insinuar cosas que no pueden desmostrar. No elucubren, por favor: demuestren que Yoani está a sueldo de la CIA o cualquier otra cosa que sepan. Y si no pueden hacerlo, cállense la puta boca.

No vale acusarla de pija, como hizo alguien en este mismo blog, hace ya meses. Yo mismo soy un pijo repijo, y nadie -salvo yo, que dudo de casi todo- duda que soy la representación de la verdadera izquierda en la tierra.