Pasaron ya aquellos tiempos en los cuales, para que a uno de le enterraran con un mínimo de dignidad tenía que ser emperador del Alto y del Bajo Egipto.

Seguimos hablando de Orlando Zapata

25/02/2010

Desde anoche, se han producido tres interesantes incorporaciones a los comentarios sobre la muerte de Orlazo Zapaata, preso de conciencia reconocido como tal por Amnistía Internacional, en huelga de hambre para denunciar la situación en las cárceles cubanas.

Don Hugo Martínez Abarca, asegura en su blog que, en una estupenda entrada, nos recuerda que:
Según Amnistía Internacional en Cuba hay 54 presos políticos más Orlando Zapata, muerto el martes. No es una gran cantidad, dado lo que sucede en otros países (sin necesidad de mirar lejos), pero no estamos hablando de otros países. Estamos hablando de un país que se reclama socialista y que por tanto define su proyecto político como encaminado hacia la máxima emancipación de todas las personas individual y colectivamente o dicho de otro modo (que no es igual, lo sé, pero la música suena muy parecida, al menos en mi oído) a la radicalización de la democracia para la eliminación de todo somentimiento.

Una de las formas de medir que no hay sometimiento alguno es el pleno cumplimiento de los derechos humanos. Que en los países capitalistas no se cumplen, ya lo sabemos: el capitalismo nació para imponer una dominación concreta, un sometimiento: es un modelo incompatible con los derechos humanos. Pero un régimen socialista no puede considerarse tal si mantiene formas de dominación y los derechos humanos son un buen termómetro al respecto.
Por su parte, doña Inés Sabanés, escribe hoy en su blog que:
Condenamos claramente esta muerte y no sirven de excusa ni las comparaciones, ni las estadísticas , ni el tratamiento de los medios de comunicación para minorar lo que es -objetivamente y claramente- condenable. Lamentamos – yo lo lamento– no habernos preocupado por estar suficientemente  informados de la huelga de hambre , de la situación terminal de Orlando y consecuentemente no haber presionado claramente – como hemos hecho en otros casos – al Gobierno Cubano en primer término y a la diplomacia española a continuación .
Gracias a este lamentable asunto, descubro un blog que hay que seguir, el de Annelida, quien despues de hacer referencia al Orlando Zapata, nos recuerda que hay más huelgas de hambre:
En el mismo estado español, una treintena de personas recluidas, presas, en el centro de internamiento para otras razas (CIE) de la Zona Franca de Barcelona, con capacidad para 260 reclusos, están en huelga de hambre para denunciar también su situación penitenciaria y los maltratos de los carceleros; los mismos que ahora siguen amenazando y maltratando para que abandonen su protesta. A esa treintena de personas (¡ni tan siquiera sabemos el número exacto!, ni cuándo empezaron la huelga) se les está negando la asistencia médica, aunque los efectos físicos de su huelga empiezan a ser evidentes. Y aquí, a dos metros, nadie informa de esa masiva huelga (¡más de 30 de 260!). ¿Por qué extrañarse entonces de que no se informe sobre la huelga de hambre de un disidente cubano? Orlando Zapata tenía nombre y foto. De los otros, los de Barcelona, ojos que no ven, no sabemos nada.
Y en el capítulo de la miseria moral reconcentrada, tenemos a Ceronegativo, que hace una simple referencia despectiva a Zapata en un pobre post-cocktelera en el que mezca a Juan Ramón Lucas y a la prisión de Guantánamo, y Basilio Pozo-Durán, que denuncia valientemente intenciones contrarevolucionarias por parte de Orlando Zapata, al ir a morirse, precisamente cuando se conmemora el segundo aniversario de la presidencia de Raúl Castro.