Pasaron ya aquellos tiempos en los cuales, para que a uno de le enterraran con un mínimo de dignidad tenía que ser emperador del Alto y del Bajo Egipto.

Tres entradas sobre Fraga

17/01/2012

Manuel Fraga era ante todo un trepa; alguien poco sobrado de escrúpulos que supo entender desde joven las oportunidades que le oferecía un país arrasado por la represión franquista. Aprovechó astutamente la existencia de un régimen manejado por un grupo de militares fascistas, poco formados y necesitados de una buena trama civil. Esavisión le permitió ser con sólo veintiséis años catedrático universitario después de que los golpistas hubieran asesinado u obligado al exilio a la generación con más potencial de inteligencia y compromiso social que ha existido en nuestra historia.
Manuel Fraga: «El siglo XX Empezó en España en 1936 (y el PP lo ocultó)
Quitándole el fuego a los dioses, Emilio Silva

Desde aquella mañana, aquel terremoto de hombre empezó a caerme mejor, lo confieso. O, más exactamente, comenzó a caerme bien. Imagino que cada cual ve a los personajes que están en el escenario público según sus particulares ideas y el color del cristal con el que se los mira y, para mi, Fraga era el franquismo no sólo desde que empecé a ejercer el periodismo sino, por influencia de mi padre, desde mucho antes. Éramos conscientes, mi padre y yo, de su evolución, de que era uno de los pocos dirigentes franquistas que pensaban que nada estaba “atado y bien atado” y que era impepinable el camino hacia la democracia, de su papel significativo y decisivo en la Transición, de que “le cabía el Estado en la cabeza”, como dijo Felipe González, pero también era, en el fondo de nuestra visión de las cosas, el franquismo. No se trata de una urticaria de izquierdas –lo que nunca fuimos-, sino de una valoración de lo que fue el franquismo y la dictadura.
Fraga
El Observatorio, Germán Yanke

De su muerte me apena que el hermano de mi abuela (fallecido en la matanza de Badajoz) o el abuelo de mi madre (muerto de forma natural en los años 60) no hayan podido ver como esta gente era juzgada como merecía. Mi bisabuelo Manuel, de la misma edad que el dictador Franco, murió lamentándose, según cuenta mi madre «A que me muero yo antes que él». Y fue así. Sé como se debe sentir la familia de Fraga. Cuando muere un ser querido en la cama, aunque sea de viejo, se pasa mal. Todo son recuerdos, cariños y lamentos. Lo que ni la familia de Fraga ni yo sabemos es lo que sintió mi abuela cuando mataron a su hermano en Badajoz en 1936.  Mi abuela está enterrada en un cementerio junto a mi abuelo, donde de vez en cuando voy a visitarlos. La familia de Fraga podrá hacer lo mismo con su «Don Manuel».
Fraga
A bloguear, a bloguear
Aquí les dejo tres entradas en diferentes blogs que me han parecido interesantes por diferentes motivos. Se ha escrito mucho más, y en concreto, muchos ciudadanos de izquierdas han dejado patente el desprecio que sentimos por Manuel Fraga. Lo que no he podido encontrar es constancia escrita, ni prácticamente oral, de ese desprecio por parte de los partidos políticos de la izquierda, y en concreto por parte del PCE, uno de cuyos militantes fue fusilado por orden expresa de Manuel Fraga. Tambien me ha dado un poco de pena que nadie, en mi partido, EQUO, haya considerado oportuno manifestar públicamente un desprecio tan merecido, como necesario, especialmente cuando estamos viendo a la propaganda oficial elevar a los altares laicos a ese caballerete despreciable que mandaba matar a los nuestros. Que a los recortes sociales, económicos y democráticos tengamos que sumar ahora que nos hagan tragar modelos democráticos como Manuel Fraga, y encima sin rechistar, a mí me da que pensar. Y mucho.
Pero vamos, que lo mismo es que soy un antiguo. O un rencoroso.