¡Ya es mañana, ya es mañana!

Con la gente: más fuertes, más útiles

29/03/2009

La VIII Asamblea de IU-CM ha aprobado esta mañana con 486 votos a favor, 104 en contra y 18 abstenciones una resolución política que da la espalda definitivamente al conflicto interno y supone el pistoletazo de salidad de un giro a la política. Izquierda Unida inicia en la Comunidad de Madrid una nueva etapa en la que va a convertirse en una fuerza política determinante para la formación de una nueva mayoría social que desbanque de la Comunidad de Madrid las políticas especulativas, antisociales y antidemocráticas del Partido Popular. Reproduzco, por su interés, y porque me da la gana, el texto íntegro de la resolución que esta mañana ha presentado en la VIII Asamblea Libertad Martínez, y ha defendido María Espinosa, dos caras y dos voces nuevas a las que,  junto a muchas otras, vamos a tener que ir acostumbrándonos, supongo.
Resolución política para Madrid:
Con la gente: más fuertes, más útiles

La situación de la economía mundial ha cambiado drásticamente. Y lo ha hecho, con una crisis sin precedentes del sistema financiero internacional que ha acabado contaminando a la mayoría de las economías capitalistas, y de forma más severa a países como España, que sufre una virulenta y sostenida destrucción de empleo. Los regalos fiscales a los poderosos, la retirada de lo público, la renuncia a regular el mercado son las características de una política que ha llevado al mundo al mayor caos económico padecido desde la crisis de los años treinta.
EL Gobierno del PSOE sigue respondiendo a la crisis de forma errática y fracturada. Su orientación general no es la adecuada. IU-CM cree que urge un plan de medidas globales y coordinadas capaz de generar el apoyo de la inmensa mayoría de la sociedad, y en el que participen activamente los sindicatos. La Comunidad de Madrid sufre con especial gravedad la crisis económica mientras el conjunto de las instituciones aparecen paralizadas, tanto por el fracaso de las políticas que se han impulsado como por la crisis ética, moral y política que atraviesa la derecha madrileña.
El liberalismo radical que representa Esperanza Aguirre ha plegado velas en todo el mundo excepto en nuestra Comunidad. Son tres las razones que evidencian la importancia de la crisis en Madrid: la orientación política ya comentada; la orientación económica hacia la especulación financiera e inmobiliaria en mayor grado que en otras comunidades y la debilidad del sector público para compensar la pérdida de rentas de trabajadores y trabajadoras en desempleo o activar políticas sociales o económicas alternativas.
Por otra parte, el Gobierno de la Comunidad se encuentra incapacitado para abordar soluciones políticas y económicas frente a la crisis. Son ya muchos años de gobierno conservador. Muchos años desmontando la protección social. Muchos años ofreciendo la sanidad pública a la gestión privada. Muchos años devaluando la educación pública y apoyando sin tapujos la educación privada, la educación confesional, la educación clasista y sexista. Son muchos años subvirtiendo los valores democráticos y cuestionando los derechos civiles. Muchos años de agresión al medio ambiente. Muchos años de integrismo asociativo. Muchos años de cultura cañí y madrileñismo predemocrático. Muchos años gobernando a golpe de talonario. Muchos años de corrupción y espías. Muchos años de economía liberal y mercado de trabajo precario. Demasiados años, en definitiva, construyendo una sociedad hostil con los trabajadores y trabajadoras más débiles, insolidaria y excluyente.

Este es el programa del PP. Es su propuesta política, su proyecto municipal y su acción de gobierno en la CM.
Como consecuencia, el Gobierno de la Comunidad de Madrid atraviesa una severa crisis de legitimidad política que lo inhabilita para seguir administrando la vida de madrileños y madrileñas.

Si no reaccionamos a tiempo, si no somos capaces de recuperar Madrid para la igualdad, la solidaridad y el respeto al medio ambiente, Izquierda Unida tendrá que asumir, en la parte que le corresponda, la responsabilidad del fracaso.
Celebramos esta Asamblea en el contexto de la Asamblea Federal de Izquierda Unida que ha supuesto no sólo el amplio acuerdo político que respaldó su resultado sino, también, que IU-CM inicia una nueva etapa en el marco de un proceso de Refundación y fortalecimiento de IU federal, con un carácter eminentemente político y social, vinculado a nuestras propuestas concretas ante la crisis y orientado a la vertebración de un amplio bloque social alternativo.
La Asamblea regional de IU-CM es una oportunidad que no podemos desaprovechar. IU-CM, a partir de hoy, se dirige a la ciudadanía madrileña con unos objetivos claros, precisos e inaplazables: las próximas elecciones, en primer lugar las europeas, pero también las municipales y autonómicas empiezan hoy; el Partido Popular que preside en Madrid Esperanza Aguirre irá a la oposición en las principales instituciones de la comunidad; IU-CM se dispone a impulsar un proyecto de gobierno para transformar Madrid.
La pugna en el seno del PP, debida a la voluntad de Esperanza Aguirre de acaparar todo el poder, compromete a las instituciones políticas, severamente afectadas por comportamientos que rayan, en ocasiones el delito, pero también a instituciones financieras y económicas y a muchos Ayuntamientos que sufren en sus proyectos la paralización de la Comunidad de Madrid.
IU-CM manifiesta, como fuerza política autónoma y soberana de la izquierda madrileña, su voluntad de formular propuestas y proyectos que constituyan una alternativa real, de izquierdas, al derechismo del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Debemos comprometer a todas las fuerzas políticas y sociales con presencia en la Comunidad de Madrid a realizar ese esfuerzo de recuperación y vinculación con la sociedad tal y como en esta Asamblea ha realizado Izquierda Unida. En este sentido, llamamos especialmente la atención al Partido Socialista de Madrid que no acaba de orientar sus propuestas hacia el giro social que reclama la sociedad madrileña.
La no implicación del conjunto de las fuerzas políticas y sociales, tal y como hoy demandamos desde IU-CM, les hará cómplices del desánimo que se pueda producir en la población al no sentir que la política gire en torno a sus necesidades. Desánimo que les puede llevar al abstencionismo o a votar opciones oportunistas como ya hemos podido observar con el caso de UPyD.

Esa es la responsabilidad que con la modestia de nuestros recursos, pero con la fuerza de nuestras ideas y autonomía cultural y política, asumimos. IU se dispone a impulsar un amplio movimiento social que nos lleve a reconstruir un modelo social, económico y político pensado para la cohesión, la igualdad y el fortalecimiento del sector público.
Creemos que ha finalizado una forma de entender la política basada en la privatización, el mercado y la empresa privada como eje de la política pública. La lógica impulsada en la Comunidad de Madrid, por Esperanza Aguirre y el Partido Popular, no es otra que el servicio público como oportunidad de negocio y  la consecuencia es que algunos entienden el dinero público como una oportunidad de enriquecerse.
Los objetivos políticos de la Comunidad de Madrid deben reorientarse radicalmente hacia contenidos de política social que alivien los severos efectos de la crisis en los madrileños y madrileñas.
Las políticas públicas requieren del fortalecimiento, liderazgo y presencia del sector público de la Comunidad de Madrid. Liderazgo y presencia de lo público que debe ser especialmente relevante en los objetivos vinculados a la educación, la salud, la atención a las personas dependientes y el acceso a derechos básicos como el empleo y la vivienda.
En el campo de la educación, no podemos sino reiterar la oposición de IU al proceso de mercantilización educativa que supone el denominado proceso de Bolonia. En esta dirección tenemos que expresar nuestra más enérgica condena de las agresiones que los estudiantes barceloneses han sufrido por parte de las fuerzas de orden público. Agresiones que exigen, considera IU-CM, una depuración de responsabilidades una vez concluida la investigación abierta sobre el intolerable comportamiento policial.
En el terreno de la vivienda, el sector público madrileño debe garantizar una política de intervención en el suelo que garantice no sólo la promoción pública sino, especialmente, la creación de un parque de vivienda pública protegida en régimen de compra y alquiler que cubra las necesidades reales de nuestra comunidad.
El fortalecimiento del sector público debe basarse en una política fiscal progresiva que se ajuste al simple principio de que “paguen más los que más tienen”, concluyendo esta época de regalos fiscales de la derecha que, en nombre de no se sabe que centrismo político, ha llegado a ser asumido por los socialistas madrileños en la propuesta de supresión del impuesto sobre el patrimonio.
Un objetivo de gasto público como este y la necesidad de afrontar la crisis exige, en un contexto de debilidad fiscal, el recurso al endeudamiento orientado hacia la renovación productiva de nuestra Comunidad y una política de gestión financiera que, sin duda, debe contar con instituciones financieras fuertes, enraizadas en la Comunidad y dispuestas a cooperar en una nueva dirección política.
La agresión de Esperanza Aguirre y su voluntad privatizadora contra Caja Madrid representa, precisamente, la voluntad del gobierno madrileño de impedir que los recursos que administra la caja se vinculen a una nueva política económica. Por eso, IU apuesta por intensificar la función social de Caja Madrid frente al monopolio financiero de la banca privada; debe, además, contribuir a un nuevo modelo productivo en nuestra Comunidad, con inversiones en sectores de mayor valor añadido, que creen empleo estable y de calidad.
La política del PP y Esperanza Aguirre se ha centrado en dejar en manos del mercado la iniciativa y este ha demostrado su incapacidad de proveer recursos, actividad económica y reorientación de nuestro sistema productivo y territorial.

Resulta sorprendente la complicidad del PSM con parte de la deriva ultraliberal del Gobierno de Esperanza Aguirre. No es fácil de explicar el pacto de Tomas Gómez con Aguirre en Caja Madrid, su acuerdo con la supresión del impuesto sobre el patrimonio o sus desafortunadas apelaciones a la gestión privada de la sanidad y la enseñanza concertada.
La conjunción de ambas políticas ha dado como resultado el aplazamiento de iniciativas de política económica, la paralización social e institucional de la Comunidad y unas cifras de desempleo escandalosas. Izquierda Unida reitera su compromiso de sensibilizar a la sociedad madrileña sobre la posibilidad de otra política económica frente a la crisis.

Un compromiso directamente relacionado con la revitalización del sector público, con especial referencia a la salud y la educación públicas, terrenos donde las alternativas liberales y radical conservadoras de la derecha han supuesto una severa derrota de la defensa de lo público y de la calidad de los servicios a los que ciudadanos y ciudadanas tienen derecho.

La recuperación de la sanidad y la educación públicas son dos referentes básicos para transformar la actual situación en la que nos encontramos y reconstruir una Comunidad de Madrid presidida por la cohesión social y la igualdad de oportunidades. El retroceso de lo privado en estos campos es, sin duda, una de las grandes batallas democráticas, a la que los hombres y mujeres de la Comunidad de Madrid deben enfrentarse para recuperar Madrid para la gente y sus necesidades.

La involución social e ideológica representada por el Partido Popular y Esperanza Aguirre ha supuesto, sin duda, un retroceso en la idea de que lo público garantiza los derechos de pluralidad y diversidad. Las agresiones al carácter aconfesional y laico de las instituciones y la sociedad se han traducido en intolerables agresiones a los derechos de las personas, especialmente mujeres, a quienes se niega opciones vitales a las que nuestra democracia ha concedido un valor singular.

Izquierda Unida asume, ante los madrileños y las madrileñas, la responsabilidad de la defensa radical de un estado aconfesional y laico, así como el derecho a opciones de vida, planificación familiar y expresión cultural de opiniones y creencias que una sociedad madura y democrática como la madrileña se merecen.Este tipo de ética social y política es el que debe presidir el conjunto del comportamiento ético de las instituciones.

Al negar lo público como espacio plural y por todos compartido se afirma la apropiación del sector público, su conversión en oportunidad de negocio y, la consecuencia es que algunos entienden el dinero público como una oportunidad de enriquecerse, como oportunidad de imponer los valores de unos pocos en materia de comportamiento social y como una oportunidad de exclusión.

Este es el amplio sentido de la ética que ha sido vulnerado reiteradamente en la Comunidad de Madrid y que Izquierda Unida se propone rescatar. Al hablar de lo público hablamos, igualmente, de la necesidad de que la sociedad madrileña vea amparados los derechos a la tolerancia, la diversidad y la pluralidad de valores.

Instrumentos propios de la democracia como la libertad de expresión constituyen parte fundamental de esa batalla ética. El derecho de acceso a la opinión, insultante y reiteradamente negado por Telemadrid, es uno de los objetivos que en el terreno de la ética merece ser alcanzado. Hoy, Telemadrid es el medio público audiovisual con mayor manipulación informativa que existe en nuestro país, por su estrecha vinculación con un sector del PP. IU-CM renueva su compromiso por una radio y televisión pública regional abierta, plural y participativa.

Por eso, ni podemos ni queremos perder la oportunidad que nos brinda esta asamblea para dirigirnos a la ciudadanía madrileña y difundir nuestra alternativa política; para denunciar la creciente y ya consolidada red de clientelismo empresarial e institucional que se extiende en torno al Partido Popular; para proclamar la autonomía de la política y la organización de IU.

Ante nosotros y nosotras se presenta un reto de primer orden: las elecciones europeas. La Unión Europea atraviesa un momento tan delicado como de paralización política. La imposibilidad de afrontar su reconstrucción institucional tras el fracaso constitucional; su ausencia real en las respuestas a la crisis económica; su incapacidad de concertar e impulsar nuevas políticas de empleo, han situado a la Unión en una posición de extrema debilidad ante la opinión de ciudadanos y ciudadanas.

Izquierda Unida de Madrid, consciente del escenario de bipolarización en el que afrontamos esta campaña, asume la responsabilidad de movilizar a ciudadanos y ciudadanas en la dirección que siempre tuvo en la conciencia social española la Unión Europea: su promesa de ser un espacio social, de empleo e igualdad. Promesa que se ha incumplido reiteradamente mediante cesiones al neoliberalismo económico y político.Porque es tiempo de cambiar la agenda europea, es tiempo de movilizar a los ciudadanos en la dirección de un nuevo rumbo político.

La Asamblea de IU-CM propone una estrategia para la movilización al conjunto de los movimientos sociales. En este sentido apostamos decididamente por una acción de movilización cívica regional contra las políticas ultraliberales y privatizadoras del gobierno de Esperanza Aguirre, que permita confluir las distintas luchas que han protagonizado los últimos años los sectores educativos, sanitarios, estudiantiles, etc.

El deterioro de los derechos políticos, económicos y sociales exige de la iniciativa de IU-CM, detener la ofensiva del gobierno de la CM. Este será el mejor inicio para un proceso de convergencia en la unidad de acción con el conjunto de los movimientos sociales, movimiento feminista y de los sindicatos de clase que intervienen en la Comunidad de Madrid.

IU tiene y propone soluciones para las necesidades de las madrileñas y madrileños; soluciones que esta Asamblea se compromete a extender al conjunto de la sociedad madrileña.

Izquierda Unida está convencida de que existen suficientes energías sociales y políticas para dar la batalla a la derecha y vencer. Esa victoria no será tal sin la presencia fuerte de Izquierda Unida y las políticas y personas a las que representamos.