¿Pero quién leches es Eva?

Asalto al estado

16/02/2005

Los de la derecha liberal tienen un amplio catálogo de lindezas con las que suelen agasajar a quienes nos declaramos progresistas, socialistas, intervencionistas o lo que sea que queramos definirnos los del ala izquierda. Una de estas lindezas es «antiguo». Nos dicen que nuestras propuestas económicas son antiguas, intervencionistas, propias de un sistema caduco. Les voy a resumir, con el ánimo tendencioso que me adorna, un articulito que publica hoy La Razón, periódico que sigo habitualmente con el máximo interés. Se trata de «Son urgentes las reformas en Sanidad, vivienda y energía», de Juan Iranzo, director general del Instituto de Estudios Económicos. Me limito a entresacar todas y cada una de las propuestas que hace el buen señor, en forma de enunciados. A la mitad de la lectura, que prometo que será breve, se darán cuenta ustedes de lo previsible que es todo. Al finalizar, les invito a que me digan ustedes si, al margen de lo antiguos que seamos los del ala izquierda, no es este señor una auténtica antigualla.

Estas son las reformas estructurales de algunos sectores que el señor Iranzo considera necesarias para que la economía siga creciendo. Bonita perífrasis eufemística.

1.- Plan sanitario donde se estipule la libre competencia y garantías para la estabilidad presupuestaria en materia de Sanidad que es, para escándalo de este buen señor, la principal partida presupuestaria del sector público.

2. Hay que reducir el gasto público para potenciar ahorro de la administración de cara a garantizar las pensiones tributarias.

3.- Es preciso liberalizar el sistema tarifario vigente en el sector energético y reducir la dependencia española del petróleo, para lo cual hay que replantear la política sobre la energía nuclear.

4.- En cuanto a la política de vivienda, hay que liberalizar el mercado del suelo y los arrendamientos urbanos.

5.- En materia labora, es preciso flexibilizar las políticas e impulsar planes de movilidad geográfica y funcional para reducir los costes laborales en nuestro país, que son quince veces superiores a los de China. Me había prometido no hacer comentarios sino reproducir fielmente las propuestas de este señor, pero no puedo evitar introducir una brevísima reflexión sobre la extraña admiración que profesan los liberales españoles últimamente por China, una de las tiranías más crueles que azotan al mundo. Es un liberalismo un poco raro este.

6.- Reforma fiscal tendente a reducir -aún más- las tarifas del IRPF, eliminación del impuesto de sucesiones y abaratamiento de la cotización de las empresas.

7.- Continuar con las privatizaciones a nivel regional y local.

Yo no sé si todo esto será moderno y mis correligionarios y yo somos unos antiguos, pero lo que propone este señor es un auténtico asalto al estado.

NOTA: No puedo enlazar el artículo de La Razón por dos razón, valga la redundancia. Una de ellas es que el periódico madrileño tiene una versión digital muy mala y es imposible encontrar en ella nada. La otra, que parte de sus contenidos son de pago. Si quieren consultar el artículo original, pueden encontrarlo en la página 16 de la edición de hoy, 16 de febrero.