Oiga, no sea descreído. Es propio de gente de poca fe…

Ante la ruptura del alto el fuego

30/12/2006

Después de haber oído al Presidente del Gobierno en la comparecencia que acaba de llevar a cabo ante los periodistas y ante la ciudadanía, me gustaría hacer unas breves observaciones, dado que en esta bitácora nos hemos ocupado en más de una ocasión sobre el proceso de paz.

1. Reitero mi apoyo al Gobierno, un Gobierno que, amparado y mandatado para ello por el Parlamento, ha intentado acabar definitivamente con ETA por la vía del diálogo. Reitero también que en todo este asunto mi referencia es el presidente del Gobierno, y en ningún caso el Partido Popular, que tanto ha trabajado por que nos encontráramos en el punto en que nos encontramos hoy, o Batasuna, que parece no entender -o no querer hacerlo- que no es posible mantener el proceso mientras se están produciendo atentados.

2. Dado que ETA ha roto el alto el fuego permanente que había declarado en marzo, no encuentro sentido para que en mi nombre se dialogue con ellos en busca de ningún fin. Por este motivo, retiro de la columna izquierda de este blog el banner que manifestaba mi apoyo al diálogo.

3. De cara al futuro, el presidente del Gobierno, el Gobierno y el PSOE deberían recordar quiénes le han apoyado en este difícil proceso y quiénes han hecho todo lo posible para que fracase. Por eso, deberán tener mucho cuidado con los cantos de sirena procedentes de la derecha que reclaman -en tono bastante cuartelero, por cierto- la reedición del pacto antiterrorista de los dos grandes partidos. Es evidente que las fuerzas políticas deben alcanzar un acuerdo antiterrorista, pero ese acuerdo debe ser inclusivo y no exclusivo, y debe partir de la base de que todas las opciones políticas son legítimas, incluidas las nacionalistas y las independentistas. El criterio para formar parte de ese pacto no deben ser en ningún caso las alianzas políticas de sus integrantes, sino la condena de la actividad terrorista y la disposición a luchar contra ella.