El problema de no mancharse las manos con sangre ajena es que alguien se las manche con la nuestra.

¿Quién quiere acabar con el servicio público vasco de vivienda?

12/12/2007

Alokabide es una empresa pública, participada por el Gobierno Vasco y por varias Cajas de Ahorros vascas, que se dedica al alquiler de vivienda protegida. Gracias a Alokabide 1.364 familias con ingresos medios de en torno a 13.000 euros anuales viven en una casa nueva y moderna por una renta media inferior a los 300 euros mensuales. Si no existiera esta sociedad, cada una de estas familias se vería obligada a pagar 800 euros mensuales, es decir 9.600 euros anuales, que es el precio medio de mercado privado de alquiler. Las rentas que pagan estas familias por el alquiler de sus viviendas son progresivas, es decir, pagan más aquellas familias que tienen más ingresos.

Pues bien. Desde hace unos días Alokabide está viendo cómo un grupo de usuarios de vivienda protegida en alquiler de Vitoria critican la calidad de las viviendas en las que viven, los alquileres que pagan, la propia gestión de la empresa, así como el sistema progresivo de cálculo de los alquileres, y denuncian una pretendida discriminación en relación al resto de demandantes de vivienda protegida. Y todo ello lo hacen basándose en informaciones falsas que han sido tenidas en cuenta por algunos medios de comunicación para atacar la política de vivienda del Gobierno Vasco, así como a Ezker Batua Berdeak, que es quein la dirige, la gestiona y la impulsa.

Es muy poco frecuente ver a un cargo público utilizar su blog personal para explicarse directamente ante los usuarios de un servicio público y ante los ciudadanos que le critican con o sin razón. Javier Burón es el Viceconsejero de Vivienda del Gobierno Vasco y vicepresidente de Alokabide, y en su blog no sólo desmonta una a una las falsedades en que se basan los ataques a la política de vivienda del Gobierno Vasco, sino que responde a los ciudadanos y a los usuarios que en su propio blog le preguntan, le hacen sugerencias y le critican.

Muchas veces nos preguntamos si realmente la política 2.0 existe o es una moda cursi. Javier Burón, de quien me enorgullece ser compañero de militancia, demuestra estos días en su blog que realmente las nuevas tecnologías pueden acercar la política y la gestión de lo público a la ciudadanía.

¿Se imaginan ustedes a Ana Botella o a Manuel Lamela hablando de tú a tú con los madrileños a través de blogs personales? Yo, no.