¿Qué tiene el deporte que iguala a gente habitualmente normal, e incluso inteligente, con auténticos cafres?

Este martes, ejecutan a un europeo en China

27/12/2009

Si los países de la Unión Europea fuesen países civilizados, y estuviesen gobernados por personas racionales, en vez de por babosos vendepatrias -incluyendo a Zapatero- se nos respetaría más por el mundo. Europa ha llevado mucha mierda -en todos los sentidos, incluído el físico- a los continentes del mundo, pero también una cultura superior, que es la nuestra. Una cultura contradictoria, una cultura que ha llegado a tal nivel de sofisticación que puede ser responsable de la destrucción de la humanidad y del mundo, al menos tal y como lo conocemos, pero que también ha conseguido el logro más indiscutible de todos, que es poner de relieve la importancia del individuo. Los hombres y las mujeres, vistos de uno en uno, son portadores de dignidad por el sólo hecho de haber nacido, y tienen derechos que nonecesitan que ningún estado les reconozca: la libertad, la igualdad y la búsqueda de la felicidad, entre otros… La cultura occidental, de origen griego, romano y cristiano, busca la felicidad del individuo. Y hace bien, porque no hay otra posibilidad.

Como decía, si los países de la Unión Europea se respetasen más a sí mismos, nos respetarían más por el mundo. Este miércoles, si nada lo impide, el gobierno chino facturará a una familia británica los costes de la ejecución de su pariente, con la misma frialdad con que daría curso a un embargo de bienes. Un ciudadano británico, acusado de tráfico de drogas en un juicio sin garantías -en las dictaduras no hay garantías judiciales- va a ser ejecutado este martes. Si en lugar de ocurrir esto en China, una terrible dictadura con la que todos los países del mundo babean por comerciar, ocurriese en Irán -un régimen mucho menos autoritario y cruel que el chino- o en Venezuela -una democracia criticable, como todas- el asunto habría alcanzado hace meses el nivel de conflicto internacional. Pero ocurre en China, y hay que seguir vendiendo cocacolas…

Europa es -con sus luces y con sus sombras- la cultura que ha civilizado al mundo. Hoy, es un lugar en el que los ciudadanos -los gobiernos no tanto- nos escandalizamos ante la pena de muerte. No puede permitir que los ciudadanos de sus estados miembro sean condenados y fusilados, colgados o electrocutados en países incivilizados o salvajes, como son China -que ejecutó el año pasado a 1.718 personas- o Estados Unidos -que lleva ejecutadas ya a cerca de 60 personas, y que en los últimos años ha ejecutado a varios ciudadanos europeos, sin que se resientan las relaciones entre EEUU y Europa, antes al contrario.

Electrocutar a la gente, colgarla de grúas, gasearla, fusilarla, inyectarle venenos, es un crimen. Hacerlo en nombre del estado -sea por el motivo que sea, incluyendo crímenes contra la humanidad, genocidios o terrorismo- es además, un rasgo de barbarie que debería impedir a los países europeos mantener relaciones normales con aquellos países que la practican.

Pero este martes, cuando los sátrapas chinos permitan la ejecución de nuestro conciudadano Akmal Shaik, Gordon Brown, Primer Ministro de la Gran Bretaña, se limitará a mostrarse consternado, al recibir la noticia, algo muy británico, por otra parte, eso de consternarse a la primera de cambio. Después, seguirá velando porque ninguna multinacional se consterne con su consternación, y pierda cuotas de mercado en China. Y el resto de presidentes europeos, la misma mierda.

Y el viernes, empieza la presidencia española de la UE, con todo ya pasado y olvidado. Menos mal…