¿Qué tiene el deporte que iguala a gente habitualmente normal, e incluso inteligente, con auténticos cafres?

Quédense con su cara: es poli

04/06/2012

El tipo de la foto es un policía. Y es un policía especialmente despreciable, porque su trabajo en los últimos meses ha consistido en infilitrase en el movimiento 15M de Sevilla, con el objetivo de obtener información sobre sus actividades y planes, para proporcionársela a sus mandos. El tipo de la foto es un indeseable que ganará 1.200 euros con suerte, a cuyos hijos (si los tiene) les están robado el dinero con el que entre todos pagamos la enseñanza pública y a cuyos padres les están robando el dinero de sus pensiones, el de sus medicinas, el de su médico… Y este sujeto, en lugar de comprometerse en luchar contra ese saqueo violento del patrimonio público ejercido desde el Gobierno del PP, lo que hace es participar en dicho saqueo como chivato, que es como, lisa y llanamente, hay que llamarle. Don Francisco Artacho, periodista, nos cuenta en su blog la historia.

El tipo de la foto, podía haber dedicado su actividad profesional a perseguir ladrones, o acosadores laborales, o asesinos de género, o defraudadores de impuestos, pero prefirió infiltrarse en el movimiento de respuesta a los recortes y a la destrucción democrática. Quizás le dieran un plus. No es ser policía lo que le convierte en despreciable -lamentablemente, necesitamos a la policía, porque la sociedad no es perfecta, y hay comportamientos delictivos en cuya represión es necesario el concurso policial-, lo que le convierte en despreciable es ser un chivato. Por eso, debemos quedarnos con su cara, y si le conocemos, si somos sus vecinos, su párroco, si es el novio de nuestra hija, o coincidimos un día con él en el mercado, en la cola del médico o en cualquier otra parte, le mostremos lo más sonora y públicamente nuestro desprecio.

No hace falta mucha imaginación para justificar la existencia de agentes que prestan su trabajo como detectives buscando asaltadores, asesinos o falsificadores. Los antidisturbios, cuando no están molestando a la gente que ejerce sus derechos políticos, pueden prestar un servicio útil controlando las grades concentraciones de gente, o incluso prestando ayuda en catástrofes, aunque es cierto que lo que les mola de verdad es molestar a la gente…

Sin embargo, hay algo que no consigo entender sobre la utilidad de determinados trabajos policiales. ¿Qué sentido tiene que un policía se dedique a vigilar la actividad política de la gente? ¿Que legitima a la policía para infiltrarse en el 15M? ¿Que se niegan a notificar sus concentraciones, ejerciendo directamente el artículo 21 de la Constitución? ¿Qué se comprometen defendiendo a las víctimas de los bancos y obstaculizando los desahucios? Según esa regla de tres, el partido de Gürtel debía estar plagado de polis infiltrados, o los gobiernos de Madrid y Valencia. Pero ahí seguro que no…

¿Habrá infiltrados en IU, en IA, en los sindicatos que convocan huelgas generales, incluso en el PSOE, que ahora dice que apoya las movilizaciones? ¿Para la policía, ETA o las mafias son lo mismo que el 15M, y por eso reciben idéntico trato policial? ¿Qué hace la policía con los datos que les dan sus infiltrados sobre la actividad política de la gente, sobre sus intervenciones en las asambleas, sobre lo que piensan, dicen y escriben?

En democracia, no tiene ningún sentido que la policía vigile la actividad política de la gente, y si un agente recibe de su superior la orden de infiltrarse en un movimiento político, no sólo debe desobedecerla, sino que debe denunciarla. De lo contrario, se convierte en chivato.

En lo sucesivo, tengamos cuidado con los chivatos y procuremos desenmascararles…

Más información sobre este indeseable:

¿Un policía infiltrado en el 15M Para provocar actos violentos?

Lo que fue y ya no será.