El problema de no mancharse las manos con sangre ajena es que alguien se las manche con la nuestra.

Carta a los diputados que SÍ me representan, sobre el 25S

20/09/2012

ATT: A todos los diputados y diputadas del Grupo Parlamentario de la Izquierda Plural, así como a los diputados de Compromis-Equo, Geroa-Bai, ERC, BNG y Amaiur, integrados en el Grupo Parlamentario Mixto del Congreso de los Diputados. A las diputadas y diputados del Grupo Parlamentario de IU-Los Verdes en la Asamblea de Madrid

Estimada amiga o amigo:

Me dirijo a ti como ciudadano asustado. Tengo miedo porque he tomado la decisión, bastante meditada, de asistir a la movilización ciudadana convocada para el día 25 de septiembre, que consiste en rodear el Congreso de los Diputados y es conocida popularmente como 25S. Te escribo a título exclusivamente particular y no hablo en nombre de nadie que no sea el mío propio.

No quiero convencerte de mis razones para apoyar la movilización. No es ése el motivo de mi carta. Te escribo para pedirte que nos ampares y que uses tu condición de autoridad pública para, al menos, ser testigo de la previsible represión, y en la medida de lo posible, ponerle trabas e incluso impedirla. Como supongo que sabrás, Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno en Madrid, ha dado en las últimas semanas algunas vueltas de tuerca en la política del gobierno de criminalizar la movilización ciudadana. Primero, extendió acusaciones de que el 25S era un golpe de estado, y de que íbamos a asaltar el Congreso de los Diputados por la violencia, después amenazó a los potenciales asistentes de acusarles de un delito de sedición -penado con varios años de cárcel- y finalmente ha advertido que la manifestación no se puede realizar y que «se actuará en consecuencia», que es una amenaza clara e inconfundible de que ordenará a la Policía que la impida por todos los medios, y en especial, la identificación, multas y amenazas a los asistentes -en este caso, repito, la amenaza es grave: acusarnos de sedición- y la utilización, probablemente desmedida y desproporcionada, como es habitual, de la violencia por parte de la policía.

Sé que se han dicho muchas cosas sobre esta manifestación. Una de ellas es que se convoca contra todos los políticos, a los que se acusa de casta parasitaria. Esto no es cierto, y ha sido desmentido. En el manifiesto de la convocatoria sólo se cuestiona a aquellos partidos políticos que «han traicionado sus programas electorales, a sus votantes y a la ciudadanía en general incumpliendo promesas y contribuyendo al empobrecimiento progresivo de la población«. La acusación de que el 25S es una manifestación contra los políticos en general responde al intento de algunas personas indeseables de la derecha y la extrema derecha, en absoluto representativas del movimiento 25S, de manipular y agitar las aguas en su favor, y probablemente en el del gobierno, para darle pie a la represión. Si te escribo esta carta es porque te considero mi representante: me dirijo a todos los diputados y diputadas de todas las formaciones políticas que considero que me representan en el Congreso de los Diputados y en la Asamblea de Madrid, aunque forzosamente, sólo haya podido votar a una de ellas. No rechazo la política ni a los políticos: yo mismo he militado 20 años en una de esas fuerzas, un año en otra, e incluso antes ya había pertenecido a otros partidos políticos. Hasta he sido concejal de mi pueblo, y me considero yo mismo político en la medida en que soy ciudadano. No hablo más que en mi nombre, y no en el de ningún movimiento u organización, pero estoy seguro de que represento el sentir de muchísimas de las personas que vamos a participar en la manifestación y que no rechazamos a todos los políticos, sino una forma de entender la acción política.

Pretendemos que el próximo día 25 de septiembre Madrid se convierta en una ciudad en rebelión cívica y pacífica, pero contundente, contra un sistema que nos ahoga, que roba el futuro a nuestros jóvenes y a nuestros hijos, que da prioridad al pago de la deuda sobre el pago de derechos sociales como sanidad y educación, que expulsa a familias de sus casas para que los bancos formen grandes stocks de viviendas vacías… Para ello, desde el mediodía se van a desarrollar varias actividades en diversos puntos de la ciudad, que van a converger a las 18:00 en el Congreso de los Diputados, o allí donde la Policía nos deje llegar. Se están organizando viajes desde toda la península, y se les recibirá a partir de las 12:00 en la Plaza de España y en Atocha, a las 14:00 horas habrá comidas populares en Plaza de España y en el Paseo del Prado, a las 16:00 asambleas informativas, y a las 17:30 se iniciarán las marchas con el objetivo de rodear el Congreso a las 18:00 horas. Es más que previsible que durante todo este tiempo la Policía, actuando bajo las órdenes de Cristina Cifuentes y del Gobierno, intente acabar con la protesta, amenazando a los asistentes, impidiendo la llegada de los autobuses, amenazando y multando a las personas que acudamos a recibirlos, o cargando contra las marchas para impedir que se formen o lleguen a su objetivo. Eso es, supongo, lo que quiere decir Cristina Cifuentes cuando habla de que «se actuará en consecuencia».

Termino como empecé: pidiéndote que uses tu condición de autoridad pública para defender a los ciudadanos y a las ciudadanas que ese día vamos a ejercer nuestros derechos políticos -entre ellos, el de desobediencia civil-, bajo amenazas serias, graves y sobre todo creíbles del Gobierno de usar contra nosotros toda la contundencia de su poder represivo. Actualmente, contamos con un colectivo de abogados que, desde el 15M, cubre las necesidades legales de los ciudadanos que -casi cada día, recibimos multas y otros castigos por nuestra actividad política, y que están siempre de guardia y disponibles cuando se producen movilizaciones o protestas. A mí mismo me han asistido legalmente cuando Cristina Cifuentes me multó por asistir a una concentración pacífica. No sé: creo que quizás podríais poneros de acuerdo todos aquellos diputados y diputadas que rechazáis la deriva represiva del gobierno, dejar de lado vuestras diferencias políticas y actuar conjuntamente como una especie de cuerpo de escudos humanos contra la represión, para ser testigos de ella -la palabra de la Policía está siempre por encima de la nuestra, y siempre mienten- y llegado el caso, para tratar de frenarla o impedirla. No es algo que no hayáis hecho en otras ocasiones: recuerdo ahora mismo los casos de Alberto Garzón tratando de impedir que la policía disolviese un piquete el 29M, el de Joan Herrera rompiendo el auténtico sitio y bloqueo al que sometieron los Mossos a las ONG´s encerradas en la Agencia Catalana de Cooperación, o a Mónica Oltra desgañitándose para evitar que la policía apaleara a estudiantes valencianos. Por favor, no nos dejéis solos el 25S.

No sé, quizás sea una idea descabellada, pero lo cierto es que, últimamente, tengo miedo de ejercer mis derechos políticos.

Sin otro particular, te envía un cordial saludo

Ricardo Royo-Villanova.