Oiga, no sea descreído. Es propio de gente de poca fe…

¿Por qué llora Izquierda Unida?

27/05/2014

¿Saben ustedes una cosa? Estoy harto de escuchar por todas partes lloros y lamentaciones de militantes de Izquierda Unida incapaces de ver tres cosas excepcionalmente buenas que le han ocurrido a IU este domingo, en el que, en mi opinión se ha producido lo más cercano a un éxito electoral que ha habido nunca, incluyendo los 21 diputados de Anguita, que eran prestados, y devolvió dramáticamente Llamazares en una noche de fracaso electoral de la que nos recuperamos finalmente. Antes de seguir, aclaro que no soy militante de Izquierda Unida, por si alguien no lo sabe, aunque no puedo evitar a veces hablar en primera persona porque me siento parte de lo que es y representa.

¿Qué tres cosas son éstas?

1.- Izquierda Unida ha triplicado su voto con respecto a la anterior convocatoria electoral. Eso se llama éxito.

2.- Le ha salido una especie de hermano gemelo que en mi opinión no le ha restado demasiado voto, y que no muestra el rechazo sectario contra IU que han mostrado otras fuerzas que pretendían competir en el mismo espacio.. De hecho, Podemos se ha negado a hacer campaña contra IU y no ha respondido a los ataques y provocaciones que se han producido sistemáticamente desde ciertos sectores doctrinarios y sectarios (y muy minoritarios, aunque ruidosos) de IU. Eso se llama éxito.

3.- Por primera vez el sorpasso (no de partidos, pero sí de espacios) es algo que se vislumbra como real y tangible. En Madrid, por ejemplo, es un hecho. Eso se llama éxito.

Estas tres cosas configuran, en mi opinión y como decía antes, lo más parecido a un éxito electoral que -salvando realidades locales peculiares como Rivas- ha tenido jamás Izquierda Unida.

Es evidente que triplicar el voto es algo muy bueno. Se podía haber conseguido mas, si, pero triplicar es bueno, especialmente, cuando competimos por el mismo espacio con una nueva fuerza política que ha aparecido arrasando. La irrupción de Podemos sin impedir que IU crezca de manera muy importante demuestra que el espacio político en el que se engloba IU -la izquierda transformadora que se opone a los recortes y plantea un proceso constituyente en todos los ámbitos- es fuerte, porque da para IU y para otra fuerza que casi tiene un numero similar de votos.

¿Por qué las lamentaciones entonces? Quizás a mí, que ya no soy militante, me resulte más sencillo que a quien paga su cuota y participa en el día a día, pero yo creo que tenemos que empezar a pensar en términos más globales. Nosotros no somos ya sólo IU, somos ese espacio político en el que caben IU, Podemos, y probablemente otra gente que venga de otras procedencias. Izquierda Unida tiene una gran aportación que hacer a ese espacio: sus votantes, sus militantes, sus cuadros, buena parte de sus dirigentes y casi todos sus cargos públicos, su historia, su experiencia, y el hábito de organización, porque aparte de una buena plataforma electoral con líderes de tirón y con gancho, hace falta una organización que mantenga al movimiento vivo y en la calle entre una y otra convocatoria electoral. Eso es IU, eso aporta IU y tenemos que valorarlo y aportarlo con orgullo y sin complejos, no llamando a la puerta ni pidiendo permiso para nada.

Recuerdo cuando empezábamos a hablar de la refundación en IU, muchos decíamos -y creo que lo decíamos con la boca pequeña, porque en realidad no nos podíamos creer que pudiera ocurrir tal cosa-, que había que refundarse en algo nuevo, se llamase o no IU, con la confluencia de muchos otros. No pudimos hacer aquello, probablemente porque en aquel momento, sencillamente, no se podía hacer, no era más que una entelequia en la que hasta los más modernos y enrollados reservábamos un papel dirigente a IU. Ahora hay que hacerlo, porque nos ha pasado por encima esa ola de la que a veces hablamos, y además, no podemos (del verbo poder) reclamar hegemonía alguna en el proceso: tenemos al lado a un igual, no a un hermano pequeño. Pues bien, contribuyamos a ello, pero igual que digo que sin intentar dirigirlo (ya no podemos) también digo que sin complejos y sin lamentaciones. Izquierda Unida aporta muchísimo y ni es una rendición, ni es una entrega de armas. Es simple y llanamente dar respuesta a lo que ocurre, y cumplir con lo que siempre dijimos que íbamos a hacer. Es que ha llegado el momento de hacerlo. Dejemos pues de pensar en terminos de organización y de siglas y empecemos a pensar en términos de espacio.

Cn todo esto no quiero decir que IU y Podemos tengan que conformar una nueva organización política, lo que quiero decir es que deben ser conscientes de que forman parte del mismo espacio político y que deben buscar la manera de que ese espacio obtenga la hegemonía política, con una o con varias formaciones en su interior, compareciendo juntos, en coalición,  fusionados o separados a las elecciones, en función de lo que cada momento exija, pero sin olvidar que la lucha va mucho más allá de lo electoral.